Nació en Sevilla en el seno de
una muy humilde familia, y se educó a las órdenes del maestro Pedro Fernández de Castilleja sin obtener, a lo que parece, título académico alguno. Pese
a nacer en una familia humilde, recibió, gracias a su temprana amistad con
quien fue su mentor, el humanista Juan de Mal Lara, una refinada educación en
diversas escuelas de Sevilla, en las cuales aprendió varias lenguas
contemporáneas y clásicas y acumuló un notable conocimiento humanístico. En su
juventud cursó estudios eclesiásticos y, aunque nunca fue ordenado sacerdote,
recibió las órdenes menores y fue beneficiado por la parroquia de San Andrés.
Con esta modesta contribución económica pudo dedicarse durante toda su vida al
estudio y a sus ocupaciones eruditas. Esta
absoluta dedicación intelectual hizo de Herrera un ejemplo de la autoexigencia
y del afán de sabiduría propios del humanismo de la época, todo lo cual le
valió el sobrenombre de El
Divino.
Estilo
Su poesía parte de la herencia petrarquista, en la que pretende
introducir novedades, y él mismo plantea su producción como una profundización
con respecto de Garcilaso de la Vega. En este sentido,
Herrera es autor de unas Anotaciones
a la poesía de Garcilaso (1580),
donde, entre otras cosas, pone de relieve el carácter de imitador de los clásicos en lengua romance de
Garcilaso e historia los distintos géneros poéticos usados por él.
Su obra literaria es relativamente variada, teniendo en cuenta,
además, las obras perdidas. Entre sus obras conservadas destacan unas en prosa,
como la Relación de la guerra
de Chipre y suceso de la batalla naval de Lepanto y el Elogio
de la vida y muerte de Tomás Moro, semblanza de su vida con valoraciones de
su pensamiento político.
Rojo Sol con Hacha Luminosa
Rojo sol,
que con hacha luminosa
cobras el purpúreo y alto cielo,
¿hallaste tal belleza en todo el suelo,
que iguale a mi serena Luz dichosa?
cobras el purpúreo y alto cielo,
¿hallaste tal belleza en todo el suelo,
que iguale a mi serena Luz dichosa?
Aura
süave, blanda y
amorosa,
que nos halagas con tu fresco vuelo,
¿cuando se cubre del dorado velo
mi Luz, tocaste trenza más hermosa?
que nos halagas con tu fresco vuelo,
¿cuando se cubre del dorado velo
mi Luz, tocaste trenza más hermosa?
Luna,
honor de la noche, ilustre coro
de las errantes lumbres y fijadas,
¿consideraste tales dos estrellas?
de las errantes lumbres y fijadas,
¿consideraste tales dos estrellas?
Sol puro,
Aura, Luna, llamas de oro,
¿oístes vos mis penas nunca usadas?
¿Vistes Luz más ingrata a mis querellas?
¿oístes vos mis penas nunca usadas?
¿Vistes Luz más ingrata a mis querellas?
El tema del soneto es el lamento de un
amante despechado, atribulado por la belleza y crueldad extraordinarias de la
enamorada. El tema no es original, puesto que proviene de Petraca. Lo distinto
en Herrera es el aliento nuevo que otorga a expresiones prestadas.
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