¿Quieres conocer a grandes figuras del Siglo de Oro Español?
Entonces, este blog os gustará ya que vamos a dar un repaso sobre las grandes figuras literarias que hicieron de los siglos XVI y XVII inolvidables para el mundo de las letras españolas.

lunes, 17 de febrero de 2014

Garcilaso de la Vega (1501-1536)

Nació en Toledo en el seno de una familia noble y culta, a los 20 años fue nombrado guardia de corps.
 Representa el ideal de cortesano del Renacimiento, culto y buen militar. Garcilaso lleva a la práctica la autenticidad. En 1525 se casó con doña Elena de Zúñiga por orden del emperador y al año siguiente conoce a Isabel Freyre, el amor de su vida y núcleo temático de su poesía. Finalmente, Isabel Freyre muere y es entonces cuando Garcilaso sintió renacer los antiguos sentimientos agravados ahora por la muerte de su amada.  

Estilo:

El estilo de Garcilaso es muy característico: cuida especialmente la musicalidad del verso mediante el uso de la aliteración y un ritmo en torno a los tres ejes acentuales del endecasílabo. Utiliza el epíteto con la intención de crear un mundo idealizado donde los objetos resultan arquetípicos y estilizados al modo del Platonismo. Por otra parte, es muy hábil en la descripción de lo fugitivo y huidizo; su poesía produce una vívida sensación de tiempo y se impregna de melancolía por el transcurso de la vida, lo que él llamó su «dolorido sentir».

Poema Égloga III



Cerca del Tajo en soledad amena


de verdes sauces hay una espesura,

toda de yedra revestida y llena,

que por el tronco va hasta la altura,

y así la teje arriba y encadena,
que el sol no halla paso a la verdura;
el agua baña el prado con sonido
alegrando la vista y el oído.

Con tanta mansedumbre el cristalino
Tajo en aquella parte caminaba,
que pudieran los ojos el camino
determinar apenas que llevaba.
Peinando sus cabellos de oro fino,
una ninfa del agua do moraba
la cabeza sacó, y el prado ameno
vido de flores y de sombra lleno.

Movióla el sitio umbroso, el manso viento,
el suave olor de aquel florido suelo.
Las aves en el fresco apartamiento
vio descansar del trabajoso vuelo.
Secaba entonces el terreno aliento
el sol subido en la mitad del cielo.
En el silencio sólo se escuchaba
un susurro de abejas que sonaba.


La Égloga III es la más perfecta se sus obras y fue escrita en 1536. En ella vuelve de nuevo el recuerdo de Isabel, sin embargo su voz parece ahora más serena, como más fresca y exacta.
Garcilaso nos sitúa en una naturaleza idealizada. En sus versos, olores, colores y formas crean el espacio ideal, el “locus amoenus” donde se desarrollará la trama del poema. Garcilaso nos presenta a 4 ninfas que están bordando unas historias en unas telas. El tema común es una historia de amor truncada por la muerte prematura de los amantes. Se funde la naturaleza, el amor y la mitología.




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